Ser libre

En últimos días me he topado con infinidad y variedad de imágenes referentes a la libertad; sí, a ése bonito momento de la vida en el que sientes que el mundo es tuyo y no hay nada ni nadie que pueda arrebatártelo.

Sin embargo, me puse a pensar que para que haya ese sentido de liberación es necesario -o al menos de ahí viene, que haya algún sentido de esclavitud.

Y entonces me vienen a la mente todas esas cosas de las que la gente se declara libre: De las dietas, del trabajo, de los hijos, de los padres, de los amigos (buenos y malos), de los amantes, de los amores, de la escuela...

Y bueno, para qué hacer el cuento largo, cada uno sabe de qué cadena está pendiente su vida; a lo que voy es que en mi caso, creo que no es necesario o imperante tomar ésa bandera del esclavo pasivo y romperla y quemarla delante del mundo para que así tenga sentido la revolucionaria idea de la libertad.

Por lo que a mi me ha tocado, ése momento se va dando de forma silenciosa, es personal, íntimo; va de adentro hacia afuera, sentirte libre hace que tu piel brille, que tu mirada sea diferente, que tu energía sea más fluida, que los días no necesariamente sean los mejores, pero sí más buenos. Algo así como estar enamorado, como vivir en plenitud.

Momento de dejar de sentirnos esclavos y ser responsables de éso que decimos, pensamos y hacemos. De dejar de culpar al gobierno, al vecino, a tus padres, a tus hermanos, a tus amigos, a la religión; momento de dejar de culparte a ti.

En un ejercicio de dura honestidad, cuántos sueños haz dejado de cumplir no por ti, sino por esperar algo más de los demás, lo que sea, una llamada, una salida, una promoción, un trabajo; cuántas veces éso dependió sólo de ti y lo dejaste en manos de alguien más?  Basta, toma las riendas de tu vida y vive las consecuencias de ello.

Hace algunos años, cuando salí por primera vez de mi hogar para buscar uno de esos primeros sueños me hicieron una de las mejores observaciones de mi vida: La libertad, no está en hacer lo que quieras, cuando quieras y como quieras. Libertad es hacer de tu vida éso, "hacerla tuya" en tus términos, en tus condiciones y ser responsable de ello", no en el sentido de ser mártir de lo que te sucede, sino que va en el sentido de aprender de lo que pasa, porque llega el punto, en el que, vivas o no en casa de tus padres, con amigos o en pareja, todos y cada uno de tus actos son y tendrán repercusiones y recompensas para ti, para nadie más.

Así que, no te arrepientas, aprende; no te culpes, perdónate; no te sabotees, aliéntate.

Y que la vida te encuentre así, pleno, completo, libre y realizado.


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