Brillar por ausencia o por presencia

Pareciera que la premisa es exactamente ésa: brillar y ya, sin importar el cómo, el por qué, o el para qué o quién.

Queremos sobresalir en todo y en lo que sea, y por qué tiene que ser tan importante, acaso el vacío y el miedo interior son tan grandes, que nos hace obligatorio el hacer sentir la presencia a como de lugar.

No creo que deba ser tan necesario; cansa, es una necesidad vacía de decirles a los demás: Aquí estoy, veme, soy tan excelente y perfecto en todo lo que hago, premiame, ponme un like, agregate a mi lista de seguidores, sé mi fan; anda, elogia lo que hago, dime lo buena que soy.

Antes de que las redes sociales tuvieran tanta fuerza y nuestros círculos eran más reducidos, reales, selectos, eramos también más auténticos, no actuabamos para recibir aplausos de desconocidos lejanos, hacíamos las cosas por verdadero gusto, por auténtica convicción  y por las ganas de hacerlo; si alguien sobresalía era felicitado auténticamente por las personas realmente importantes.

Antes de coleccionar amigos y seguidores en redes sociales teníamos amigos verdaderos, familia cercana y los círculos de confianza eran más fuertes.

Ahora, con tanta tecnología y gente a la que en la mayoría de las ocasiones no conocemos, siempre estamos buscando validación de otros, queremos tener el chiste más gracioso, la música más nueva, la imagen más renovada aunque la hayamos cambiado hace tres días, las conversaciones importantes han pasado de ser veladas interminables a mensajes de menos de 140 caracteres y si a alguien se le ocurre algo diferente, peligro, ya no está cumpliendo el protocolo mediático exigido por unos cuantos.

En aquél tiempo, las ausencias se sentían, las cartas se hacían a mano y el teléfono se usaba para compartir buenas noticias, en algunos casos, lo menos posibles malas noticias.

No se trata de querer regresar el tiempo y querer frenar la tecnología, sería como no querer cumplir años, y éso es contrario a la naturaleza humana; lo increíble sería poder usar todos estos medios para crear más cercanía, para hacerla más autentica, para brillar por ausencia en el sentido que tiene: Que se note que no estamos ahí.

Mientras tanto, poner tierra y salir un poco de este torbellino es una buena estrategia.

Hace poco me encontré un buen amigo en la calle, y aunque por la prisa sólo intercambiamos unas cuantas palabras, éso fue suficiente para saber que seguimos siendo humanos, que seguimos estando ahí, y que cuando abres el corazón y estás en contacto con la parte humana de los demás no necesitas 100 likes que lo validen.

Brillar por ausencia significa ser lo suficientemente claro para que tu luz quede con las personas con las que no estás y sea ésa luz la que los haga reconocerse y encontrarse de nuevo entre tantas otras luces y distracciones.

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